CAMPESINA…
Ella mujer abnegada
que al despuntar la
mañana,
se levanta tempranito
limpiecita y
arreglada,
para preparar a
tiempo
con su toque personal
el desayuno a los
hombres
que al campo van a
bregar.
El café ya está
colado,
el perico en la
sartén
la mesa casi servida…
sólo le falta poner,
en esos platos, la
arepa,
hecha con maíz bien
blanco,
molidos por esas
manos
que trabajan sin
descanso.
Esas arepas calientes
hechas a lecha y
fogón
tostaditas,
delgaditas,
servidas con mucho
amor,
es el pan de cada
día,
en la casa del patrón
y ella hacendosa las sirve,
cumpliendo con su
labor.
Esa mujer campesina,
con sus manitas ajadas,
son las de una buena
madre,
que cumple con la
jornada,
para llevarle a sus
hijos,
cuando llegue a su morada,
lo que
sabe necesitan
aunque se encuentre cansada.
Campesina de esta tierra,
humilde, trabajadora,
sincera, pura ,sencilla,
una gran batalladora,
alegre y
dicharachera,
por siempre será la
flama
que orgullosamente habita
mi tierra venezolana.
Autora: Iris Ponce