martes, 10 de septiembre de 2013

QUE ME QUEME TU CUERPO...




QUE ME QUEME TU CUERPO

Acércate ven despacio,
hazme tuya en carne viva,
quiero perderme en tu cuerpo
quiero sentir que estoy viva.

Arrópame con tu cuerpo
que me quemen tus caricias,
que ese placer que ahora siento
encienda hasta las cenizas
que se quemaron anoche
cuando mi piel encendida
se hacía dueña de tu cuerpo
con tu fragancia exquisita.

Hazme temblar no detengas,
tus manos que se deslizan
y por mi piel  van dejando,
esa sensación divina,
que me inunda de deseos
que me condena, me hechiza,
tú siempre has de ser mi dueño,
piérdeme el respeto ahorita.

Que me devore tu cuerpo,
que me quemen tus caricias,
después iré propagando
por tu cuerpo mis delicias
y arderemos en las llamas
de una hoguera que se enquista
mientras dos cuerpos son uno
en esta noche exquisita.



Autora:Iris Ponce
septiembre 09, 2013

RENOVACIÓN...


RENOVACIÓN

Muere la tarde, y con ella nuestros recuerdos,
sólo quedamos los dos para traer al presente
los momentos vividos en la inmensidad de este mar,
que hoy es historia y que después de tanto tiempo,
volvemos a contemplar.

Ah! Que de cosas nos podría contar el mar si quisiera!
cuantas historias de amor se habrán fecundado aquí,
cuantos sucesos tristes o lamentables habrá vivido este mar…
sólo el, en su insondable silencio los conoce y calla,
nada puede hacer para cambiar el destino de quienes aquí
un día llegaron con un solo y firme propósito…
ser feliz por siempre, o morir por amor.

No hay sol, ni nubes que puedan presagiar tormenta,
más sin embargo, nos embarga el silencio y la soledad,
amigas inseparables de los viajeros que las buscan
unos para disfrutar de la felicidad con el ser amado,
otros,  para pensar y actuar en consecuencia.

Tu y yo hemos venido hoy hasta aquí,
a este paraje solitario, a renovar nuestros votos de amor,
aquellos que hace muchos años nos juramos y que,
contemplando sus aguas prometimos consolidar.

Hemos cumplido, nos amamos y delante de esta inmensidad,
queremos gritar al mundo que aún somos uno,
que el amor todo lo puede y que, mientras exista esa fina
línea que aún nadie ha logrado romper, seguiremos unidos,
con más amor y más fuerza hasta que algún día,
ya viejos y cansados por los años, volveremos,
para, en perfecta comunión,  entregar nuestros cuerpos al mar.


Autora: Iris Ponce
Septiembre 10,2013