SANGRANDO POR LA
HERIDA…
Perdón! Tú que estás
diciendo, si hay ofendido… soy yo!
ventilando
intimidades de nuestra historia de amor;
me fui porque era
imposible hacer que me comprendieras,
la poesía en tu vida,
pudo más, siempre primera.
Es cierto te quise
mucho, y no debo presumir;
pero debes
entenderme, estaba siendo infeliz!
y en verdad, yo te
pregunto ¿no te hacen falta mis besos,
no precisas mis
caricias, no extrañas nuestros desvelos?
Cómo puedes pregonar,
esto que leo entre versos,
que te sientes muy
tranquila, que estás de nuevo escribiendo,
tu me estás haciendo
ver como un cretino insolente,
que no te di tu
lugar, que fui por mas indolente.
Te salvas porque no
puedo ni debo hablar mal de ti,
mis labios están
sellados, perdón pido si ofendí;
puedes sentirte
tranquila, jamás volveré a insistir,
no estaré más en tu
vida, ya no tendrás que sufrir…
Ya no lavarás mi
ropa, ni plancharás mis camisas,
no me has de zurcir
un ruedo si la ocasión lo amerita,
pero me voy
satisfecho y aunque te cause dolor,
claro que existí en
tu vida y para muestra… un botón.
Autora: Iris Ponce
Fecha 10-feb-2015 10:19 UTC
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