REGRESA…
Desesperada y
cansada de correr hacia la playa,
llegué tan sólo
implorando deseando volverte a ver,
buscaba más no te
hallaba y se me iba la vida
sintiendo que te
perdía, y no por otro querer.
Y vi cómo te
alejabas de la orilla de la playa
sumergiéndote en
las aguas de aquel imponente mar,
presentí que te me
ibas, después de haberte querido
de una manera tan
loca, como nadie te amará.
Por más que grité
tu nombre suplicando que volvieras,
por más que
imploré mil veces que me voltearas a ver
no hiciste mínimo
caso y te seguiste adentrando,
hacia las aguas
profundas de ese mar que tanto amé.
Tu condena fue
implacable, tú mismo te sentenciaste,
a morir sin más
delito que el que la vida te da,
no pensaste que te
amaba, que me dejabas tan sola
como tú te
quedarías en lo insondable del mar.
Y allí me
quedé yo sola, viendo perderse tu cuerpo
en ese mar que
hasta anoche a los dos nos arropó,
mar… devuélvelo te
pido, regresa lo que he perdido,
saca de ti lo
prohibido, libéralo del dolor.
Autora: Iris Ponce
Septiembre 4, 2013