viernes, 8 de noviembre de 2013

LA CAJA...


LA CAJA

Asustado, temeroso, me enfrento ante un gran problema
he decidido ser parte de este angustioso dilema,
o lo enfrento o me acobardo, todo según quien lo vea,
mi existencia lo soporta, no sé si valdrá la pena.

Encerrado en esta caja, seis espadas enterradas,
mi cuerpo todo desnudo, se estremece cuando pasan,
si pudiera gritaría, pero se ahogan las palabras
con los aplausos y  gritos que vienen desde las gradas.

Si tan sólo alguien supiera, el miedo que me acompaña
si tan sólo uno dijera, ¡para no entierres la espada!
pero a nadie le interesa  saber cuál será la causa
para que acepte ser parte de esta maldita patraña.

Claro! porque no es su cuerpo  el que se entrega a esta hazaña
tan sólo por unos pesos que servirán para Clara,
mi niña que está muriendo, porque no hay para salvarla
pues faltan las medicinas, por ella lo hago… por Clara.

Sólo le pido que tenga cuidado cuando lo haga
que se acuerde que una niña me espera allá en una sala,
que termine pronto el acto, sí que termine, que aplaudan,
mientras que ahogo mi llanto sumergido en esta caja.




Autora: Iris Ponce
noviembre 06, 2013
Para El Taller del Arte