Era una noche estrellada y la luna a plenitud
se bañaba en la laguna que reflejaba su luz,
también había una cabaña escondida en un gran árbol,
que alquilaban a parejas que soledad iban buscando.
Y de pronto a plena noche, volando muy a deshora,
una hermosa y blanca ave, en el cielo se avizora,
sin duda una gran cigüeña, trayendo en su largo pico,
un bultito y de seguro… era un lindo muchachito.
Entonces el bello cuento de la cigueña es verdad?
y viene desde tan lejos a traer felicidad?
Y sonriendo enseguida, de mi sueño desperté
muy cargada de ilusiones pues abuelita seré.
Ha llegado sin pensarlo, es una grata noticia,
pues mi nuera será madre, es grande en verdad mi dicha,
sólo faltan unos meses para poder recibir,
a esa preciosa criatura, que colmará mi existir.
Tan solo en muy pocos meses será y veré su carita,
con sus rosados cachetes y su preciosa sonrisa,
mientras la barriga crece, crece también la emoción,
los antojos, las manías, las angustias, la ilusión.
Los padres muy orgullosos y los abuelos aún más,
mañana saldré temprano de tiendas me iré a buscar,
compraré una canastilla y bordaré los baberos,
tejeré los escarpines le haré un bello sonajero.
Será niño o será niña… eso pronto lo sabremos,
sólo le pido a mi Dios que sea sano, fuerte y bello.
Tal vez junto con los padres, bellos nombres buscaremos
y al saber el sexo entonces, uno de ellos le pondremos.
En mi es una bendición, vuelvo a ser de nuevo abuela,
mis nietos son mi alegría y esta dicha es más intensa,
disfrutaré su llegada, seré la abuela alcahueta…
y le contaré mi sueño de aquella linda cigüeña.
Autora: Iris Ponce
Junio 08, 2015
Para Certamen de Inspiración Virtual No.XXI
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