RENOVACIÓN
Muere la tarde, y
con ella nuestros recuerdos,
sólo quedamos los
dos para traer al presente
los momentos
vividos en la inmensidad de este mar,
que hoy es
historia y que después de tanto tiempo,
volvemos a contemplar.
Ah! Que de cosas
nos podría contar el mar si quisiera!
cuantas historias
de amor se habrán fecundado aquí,
cuantos sucesos
tristes o lamentables habrá vivido este mar…
sólo el, en su
insondable silencio los conoce y calla,
nada puede hacer
para cambiar el destino de quienes aquí
un día llegaron
con un solo y firme propósito…
ser feliz por
siempre, o morir por amor.
No hay sol, ni
nubes que puedan presagiar tormenta,
más sin embargo, nos
embarga el silencio y la soledad,
amigas
inseparables de los viajeros que las buscan
unos para
disfrutar de la felicidad con el ser amado,
otros, para pensar y actuar en consecuencia.
Tu y yo hemos
venido hoy hasta aquí,
a este paraje
solitario, a renovar nuestros votos de amor,
aquellos que hace
muchos años nos juramos y que,
contemplando sus
aguas prometimos consolidar.
Hemos cumplido, nos
amamos y delante de esta inmensidad,
queremos gritar al
mundo que aún somos uno,
que el amor todo
lo puede y que, mientras exista esa fina
línea que aún
nadie ha logrado romper, seguiremos unidos,
con más amor y más
fuerza hasta que algún día,
ya viejos y cansados
por los años, volveremos,
para, en perfecta
comunión, entregar nuestros cuerpos al
mar.
Autora: Iris Ponce
Septiembre 10,2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario