miércoles, 14 de agosto de 2013

SE QUEDÓ DORMIDA...


SE QUEDÓ DORMIDA

Ha subido hasta el desván,  sin más nada que su suerte
y se encontró divagando conversando con la muerte.

Hablaba en forma serena, su mirar se había perdido,
sabiendo que aunque pudiera no cambiaría su destino.

Consciente de lo que haría  enfrascada en su dilema
peleando hasta con su sombra, no logró acallar su pena.

Y lloró calladamente, observó por la ventana,
y vio que partía su amor, ignorando él que lo amaba.

La muerte sólo observaba y esperó pacientemente,
que escribiera ella una líneas, decidiendo así su suerte.

La suerte ya estaba echada, se ha tomado el vil veneno
y se ha acostado en la cama sintiendo un dolor intenso.

Cuando él volvió la encontró pensando estaba dormida,
recostándose a su lado sintió que no respondía.

Y supo que ya no estaba, que jamás despertaría
y lloró desconsolado, descubrió que la quería.

Por siempre recordaría esa escena en el desván,
murió su amor para siempre, juró no volver a amar.


Autora: Iris Ponce
Agosto  14, 2013


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